El Impacto de la Inestabilidad Política en la Economía Global

Uno de los desafíos más serios que el mundo ha enfrentado en los últimos años fue la pandemia del Covid-19. La crisis, desencadenada por las restricciones impuestas por los gobiernos en la mayoría de los países, llevó a una disminución del 3.2% en el PIB global. La economía mundial aún no se ha recuperado completamente de las secuelas de la pandemia.

La turbulencia económica continuó a lo largo de 2022 y 2023, y no muestra señales de disminuir en 2024. Según las previsiones de los expertos, no deberíamos esperar un crecimiento económico significativo ni una desaceleración sustancial de la inflación en el futuro cercano.

Los principales desafíos de 2024 incluyen los conflictos locales en varias partes del mundo que causan inestabilidad económica; las tensiones entre China y Estados Unidos; y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos este noviembre.

El enfrentamiento comercial entre EE.UU. y China: Un conflicto económico en profundización

El choque económico entre Pekín y Washington no comenzó ayer. Durante su primer mandato, el presidente Donald Trump aumentó significativamente los aranceles sobre las importaciones chinas, acusando a China de dumping de productos y de expandirse agresivamente en los mercados internacionales.

En respuesta, China impuso nuevas restricciones a las exportaciones en 2023, requiriendo permisos especiales del gobierno para las exportaciones de tecnología a países occidentales. Estos controles afectaron al germanio y al galio, esenciales para la producción de chips informáticos, ciertos tipos de grafito y tecnologías para la extracción y refinación de materiales estratégicos cruciales para la producción de vehículos eléctricos.

En mayo de 2024, el presidente Joe Biden anunció un aumento sustancial en los aranceles sobre una gama de productos chinos, citando la misma razón: proteger a los fabricantes estadounidenses de las prácticas de dumping de China. Estos aranceles se dirigieron principalmente a los vehículos eléctricos, un segmento de mercado donde los fabricantes chinos dominan la demanda global, incluyendo en EE.UU.

Los nuevos aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos estaban programados para aumentar al 100% a partir del 1 de agosto de 2024, pero el Representante de Comercio de EE.UU. pospuso su implementación. Además, se planea aumentar los aranceles sobre el aluminio y el acero chinos al 25%. En 2025, los aranceles sobre los semiconductores aumentarán al 50%, y en 2026, los aranceles sobre el grafito natural y los imanes permanentes alcanzarán el 25%. También se anticipan aumentos adicionales en los aranceles sobre productos médicos.

La decisión de Biden fue parte de su campaña de reelección, de la cual se retiró rápidamente. Al entrar en la carrera presidencial, Donald Trump, un antiguo adversario de China, anunció en julio que también aumentaría los aranceles sobre todas las importaciones chinas, en un rango del 60% al 100%, si fuera elegido.

Las guerras comerciales entre EE.UU. y China podrían tener un impacto significativo en el comercio global, potencialmente ralentizándolo. EE.UU. continúa expresando preocupación por la capacidad de producción excesiva de China, que tiene repercusiones negativas para la economía global. Mientras tanto, China, enfrentando una sobreproducción en varios sectores, necesita urgentemente expandir su comercio exterior.

Uno de los objetivos claros de Washington es prevenir el rápido avance tecnológico de Pekín, particularmente en el sector militar-industrial. En medio de este enfrentamiento económico, los temores de un conflicto entre EE.UU. y China sobre Taiwán se están intensificando, aumentando aún más las tensiones geopolíticas globales.

Conflicto Militar en la Franja de Gaza

El conflicto palestino-israelí, que estalló en violencia a gran escala el pasado octubre, ha añadido una nueva capa de inestabilidad a la economía global. Para el otoño de 2023, la economía de Israel ya había sufrido un golpe significativo, con casi el 8% de su fuerza laboral activa siendo reclutada para el servicio militar. El declive económico continuó a principios de 2024, con el PIB del país cayendo un 20%.

Los analistas están levantando alarmas sobre la posibilidad de un conflicto más amplio en el Medio Oriente a mediano plazo. Un enfrentamiento directo entre Israel e Irán se considera el peor de los escenarios. Tal conflicto podría desencadenar un aumento masivo en los precios del petróleo, causando estragos en el mercado energético global.

Otro posible impulsor de un aumento brusco en los precios del petróleo podría ser una reducción significativa en los suministros de petróleo ruso. Esto podría ocurrir si las sanciones dejan a Rusia con menos mercados para su crudo. Un escenario en el que los precios del petróleo se disparen a $150 o incluso $200 por barril sería perjudicial tanto para los consumidores como para los proveedores, ya que precios tan altos sofocarían la demanda y llevarían a una recesión sustancial en la economía global.

Interrupción del Transporte Marítimo en el Mar Rojo por los Ataques de los Hutíes

Una de las repercusiones inmediatas del conflicto en Gaza se hizo evidente en el otoño de 2023. Los buques comerciales en el Mar Rojo comenzaron a enfrentar ataques de los rebeldes hutíes yemeníes, quienes apoyan al grupo palestino Hamas. El Mar Rojo y el Canal de Suez son rutas comerciales críticas, por las que tradicionalmente pasan casi 20,000 barcos anualmente. Debido a los ataques de los hutíes, el número de barcos portacontenedores que transitan semanalmente por el Canal de Suez ha disminuido en casi un 70%.

La amenaza continua de los ataques de los hutíes ha obligado a las principales compañías navieras a desviar sus buques alrededor del Cabo de Buena Esperanza. Este desvío ha provocado tiempos de envío más largos y costos significativamente más altos. Además, las primas de seguro para el transporte marítimo han aumentado, elevando los costos de flete.

El impacto de estos cambios logísticos y el aumento de los gastos de envío se traslada inevitablemente a los consumidores a través de precios más altos para los productos. La inestabilidad en esta región es particularmente perjudicial para China y los países europeos, que dependen en gran medida del Canal de Suez para sus rutas comerciales. Si esta inestabilidad persiste, sus efectos podrían extenderse por todo el mundo, afectando a una parte sustancial de la población mundial.

El Conflicto Rusia-Ucrania

Una fuente significativa de inestabilidad global ha sido el conflicto que estalló en el corazón de Europa en febrero de 2024 —entre Rusia y Ucrania—. Ahora, en su tercer año, el conflicto sigue impactando tanto a la economía rusa como a la economía mundial.

La Unión Europea y Estados Unidos han impuesto amplias sanciones contra Rusia. Los principales bancos rusos han sido desconectados del sistema internacional de pagos SWIFT. Un gran número de empresas occidentales han abandonado el mercado ruso. La exportación de tecnologías críticas esenciales para el desarrollo económico a Rusia se ha detenido, asestando un golpe severo y obligando a Rusia a recurrir a China como socio comercial estratégico.

En el verano de 2024, las sanciones se extendieron a la Bolsa de Moscú, resultando en la cesación del comercio de euros y dólares estadounidenses en la bolsa. El intercambio de monedas «no amistosas» continuó en el mercado extrabursátil. Las sanciones contra la Bolsa de Moscú crearon desafíos adicionales para los importadores.

Sin embargo, la situación con las importaciones a Rusia ya había empeorado significativamente a principios de 2024, tras la introducción de sanciones secundarias por parte del Tesoro de EE. UU. por ayudar al complejo militar-industrial ruso. Las instituciones financieras de terceros países que realizaban transacciones para empresas rusas que involucraban bienes de doble uso también enfrentaron la amenaza de ser agregadas a las listas de sanciones.

Las empresas rusas experimentaron serios problemas con los pagos a China, ya que los bancos en la República Popular China, temiendo sanciones secundarias, restringieron significativamente las transacciones.

Todo esto inevitablemente llevó a una disminución en las importaciones desde China y un aumento en el costo de los bienes importados a Rusia.

La economía europea también ha sufrido durante los más de dos años de acciones militares en Ucrania. Se introdujo un límite de precio para el petróleo ruso, establecido en $60 por barril. La Unión Europea, los países del G7 y Australia acordaron no comprar petróleo ruso a precios más altos.

La reducción en las importaciones de recursos energéticos rusos a los países europeos ha afectado negativamente la condición general de la economía europea. La pérdida de suministros de energía barata desde Rusia ha llevado a una recesión prolongada en el sector manufacturero de la Eurozona y ha ampliado la brecha entre las economías de Estados Unidos y la Unión Europea, con esta última mostrando un crecimiento más lento.

La Comisión Europea pronostica un crecimiento del 1% en la economía de la UE en 2024, lo cual es relativamente positivo en comparación con el crecimiento del 0.4% en 2023. Sin embargo, algunos políticos europeos creen que Europa necesita un crecimiento económico mucho más robusto.

Las Próximas Elecciones en EE.UU.: Un Momento Decisivo

No son solo los conflictos militares los que están causando inquietud global; las próximas elecciones en Estados Unidos también están generando una anticipación ansiosa. Los analistas creen que estas elecciones no solo determinarán el equilibrio de poder en el Congreso, sino que también podrían influir en los desenlaces de los conflictos en Gaza y Ucrania. La incertidumbre vinculada a las elecciones en EE.UU. solo se resolverá en enero de 2025, cuando se inaugure al nuevo presidente electo.